El viernes de dolores de este año 2022 se ha celebrado de forma esplendorosa desde una unión completa del barrio de bellavista con nuestra hermandad del Dulce Nombre de María. De forma breve y completa esta ha sido la crónica:
A las 10am se celebró la Santa Misa de hermandad con una nutrida asistencia de hermanos y devotos, y confesiones antes y después del Santo Sacrificio. Sobre las 11,15am pasó por la puerta del templo del Sagrado Corazón (nuestra actual sede canónica) la procesión que cada año organiza el colegio Saint Mary de bellavista y en la que participa todo el alumnado acompañando a dos pequeños pasos (misterio y palio) que pararon en la puerta para recibir el saludo de la comunidad de Dulce Nombre cuyo párroco hizo la oración ante cada paso.
A las 11,50am llegó la comitiva oficial diocesana presidida por nuestro arzobispo, Don Jose Ángel Saiz Meneses, acompañado del delegado de hermandades y del presidente del consejo de cofradías. Junto a los dos párrocos de bellavista, Antonio Godoy y Santiago González, y al hermano mayor, Diego Centella, el prelado visitó primero la capilla del Sagrario para orar un rato ante Jesús Sacramentado y de inmediato visitar los pasos ubicado en la carpa que a tal efecto la hermandad montó en la parte posterior del templo. El arzobispo dirigió la oración ante los sagrados titulares para después, junto a la representación de la hermandad, compartir una comida fraterna en el hogar del pensionista.
Por la tarde los nazarenos iban llegando desde las 5,30pm al templo y fueron muchas las confesiones de los hermanos que se prepararon a la estación de penitencia. A las 6,40pm llegó de nuevo nuestro arzobispo al templo y nos dio a todos su bendición y palabras de afecto, tras el rezo de la oración preparatoria por parte del director espiritual y del hermano mayor. Anotamos que es la primera semana santa en Sevilla de nuestro arzobispo, y que la nuestra es la primera procesión en la que ha querido participar.
La procesión comenzó a las 7pm y el arzobispo acompañó primero al misterio para después, portando la vara dorada de la hermandad, estar en la presidencia del palio durante más de una hora y rodeado del afecto del pueblo. La salida de la procesión, después de 3 años, revistió de un tono profundamente respetuoso y emotivo. El arzobispo dirigió unas palabras de ánimo a los costaleros de ambos pasos e hizo la primera levantá.
El paso de palio paró, sobre las 9,30pm, a la altura de la actual sede parroquial, calle Almirante Argandoña, en cuya azotea y en pleno confinamiento (marzo 2020) el director espiritual y párroco del Dulce Nombre renovó la consagración a María Santísima realizada en septiembre de 2019 (50 aniversario de la llegada de la Virgen al barrio). En dicha parada, tras la ofrenda floral de la parroquia, Don Santiago (que iba de preste) dirigió una breve oración de recuerdo de esa consagración y rezó la salve junto a los costaleros y capataces.

La procesión discurrió hasta las 2am por las calles del barrio en un clima multitudinario y de sensible respeto. Hubo también otra entrañable parada, y oración del párroco, al paso por el solar de la que fue nuestra parroquia durante 50 años, en la calle Caldereros, rogando la intercesión de nuestra Madre del Dulce Nombre para que volvamos lo antes posible a la que ha sido y debe seguir siendo nuestra casa.
Al terminar la procesión, con la entrada del paso de palio, se cantó la salve a María Santísima del Dulce Nombre como dignísimo colofón de la jornada. Algunos nazarenos, con el cansancio acumulado, acudieron a la capilla del Sagrario a dar su saludo al Santísimo antes de volver a casa.
Un viernes de dolores espléndido desde lo humano, pastoral y espiritual. Demos gracias a Dios y a María Santísima del Dulce Nombre y pidamos que la jornada de ayer, de abundantes dones celestiales, no quede para nadie en flor de un día sino en perfume de perseverancia durante todo el año.